miércoles, 13 de diciembre de 2006

LA COLUMNA DE DON JULIO

La palmaria paridad es eterna. Su definición es incierta: Por Julio Jerusewich .

Boca acaba de demoler futbolísticamente a Colón 4 a 1 y sostiene una cómoda ventaja que a falta de dos juegos, parece dictaminar la suerte de Estudiantes, quien cuatro peldaños abajo, aspira un "apoteótico milagro navideño”. El boletín informativo de la hora, culminada la 17ª jornada descartaba una inminente definición en favor del incipiente tricampeonato xeneize…

Hoy, dos semanas después, los hechos derrumban la pirámide de lo previsible, y este épico Estudiantes obliga una finalísima de campeonato tras un último embate que sólo encuentra alguna teoría explicativa en las páginas del amor propio, memorandum que no figura en ningún escrito, precisamente.

Si algún desprevenido espera ansioso, pero ajeno al contexto, el pitazo inicial del encuentro será catalogado como ingenuo y alelado. La final ya se empezó a disputar anoche; las secuelas de desazón para unos, y explosión para otros, quedaron grabadas en el tiempo y como tal, su inexorable paso concibe apenas un margen para la melancolía, más en los tiempos que corren…

Lo cierto es que la AFA guionó otra de sus obras incompetentes. La semana pasada, cuando eran ilusos delirantes aquellos que administraban en la baraja de posibilidades, la chance de un partido desempate, El máximo organismo del fútbol, sorteo mediante, anunció que Racing por elección del ganador Pincha, sería el eventual escenario, y como lo estipula el reglamento debería jugarse dentro de las 72 horas siguientes respecto de la 19ª fecha. Pero a los versados en el tema, se les discurrió de la agenda que el miércoles 13 es el día de la Policía Bonaerense. Un olvido sumamente grave a la hora de pensar en la estruendosa multitud que aguarda por un ticket…

De todos modos, lo más cómico es que para dicho día (y tal estadio) está programado un evento musical del Correo Argentino en donde estará Soledad entre otros artistas.

Alguna vez alguien citó que la imaginación tiene límites, pero la estupidez no. Uno se pregunta hasta donde se estiran los extremos de la insensatez. O la falta de precisa información entre las entidades. O la ausencia de sentido común, lo cual habla a las claras de un fútbol que se ufana de profesional, pero que no lo refrenda.

A esta hora, somos escépticos en torno a día, horario, y terreno en donde Boca y Estudiantes deben dirimir nada más y nada menos que un título, devaluado desde su absurda cronología, pero título al fin.

Mientras, Lavolpe y Simeone intentan diseñar el modelo táctico, elevar el indispensable temple del que no se puede prescindir y trabajar hora por hora, minuto a minuto. Claro, así los obliga nuestro fútbol. Único, por cierto.


Fino. Verón y un gestito de idea. Fue fundamental durante todo el torneo. Será fundamental en la finalísima.