viernes, 20 de julio de 2007

COPA AMÉRICA

Otra vez sopa...y con gustito bien amargo: Por Lali Kozono Alumna 1er.Año ISEC. Especial para ElOleg Online.

La selección de fútbol argentina se quedó con las manos vacías por segunda vez consecutiva. Perdió contra Brasil 3-0 en la final de la Copa América.

Todos se ilusionaron con la idea de que el Coco continuara con su invicto en Copa América (ya la había logrado en 1991 y 1993) con los mejores jugadores que se pudieran tener. Un equipo lleno de estrellas de “acá” y “afuera”.
La selección parecía sobreponerse a los resultados adversos, tanto contra EE.UU como contra Colombia comenzó perdiendo 1-0; y luego no tuvo mayor inconveniente para darlo vuelta. Venció a los que “le dicen soccer al fútbol” por 4-1 e hizo lo propio contra los colombianos ganando por 4-2.
El primer paso ya estaba dado: la clasificación a cuartos.
Entonces, contra Paraguay se presentó un equipo alternativo con mayoría de alma boquense y con sólo 3 titulares (el Pato, el Pupi y el Cuchu). Igualmente la selección trabajó bien el partido y pudo quedarse con la victoria gracias a un gran golazo del Jefecito Mascherano, una de las figuras de este equipo.
Luego, llegó el momento de los cruces finales. El primero fue contra Perú. Partido que se abrió recién en el 2º tiempo, pero que no presentó ninguna complicación en el arco del Pato. Fue 4-0 y el pase a semifinales contra el duro México.
Como en todos los partidos, Argentina (ya con Tévez asentado como titular indiscutido) comenzó trabajando el partido sin apresurarse. Control de pelota, pases cortos y de a poco ir acercándose al arco rival. Así fue que a un minuto de irse a los vestuarios al descanso, una jugada preparada entre Riquelme y Heinze, se convierte en el primer gol del encuentro. Luego, en el 2º tiempo, la Selección se afianzó en su juego y Messi convirtió un magnifico gol picándola por encima del arquero mexicano. Para finalizar una actuación más que digna, Juan Román pateó un penal “a lo Zidane” para sellar el 3-0 que dejaba a Argentina en la final. Se vino la revancha tan esperada.

La gran final
Mucha ansiedad y expectativa para el último partido de la Copa América 2007. Argentina-Brasil, un partido en el que no puede especularse. No importa cómo hayan llegado cada uno, son partidos aparte, similar a un Boca-River.
Argentina era la gran favorita y nadie, salvo algún que otro brasilero, ponía algunas fichas por los cariocas. Pero siempre hay lugar a sorpresas y este torneo no fue la excepción.
El DT de “Brasil B”, Dunga, planteó un partido inteligente y supo controlar desde el inicio a Messi y Riquelme. Pero eso no fue todo, Argentina estaba irreconocible, como si se hubieran olvidado de todo lo que habían demostrado desde el comienzo de la Copa. Masche ya no estaba preciso, Cambiasso perdía las marcas, Tévez intentaba pero solo no podía.
El flojo desempeño de los argentinos terminó destruyendo el gran sueño de revancha. Un fulminante 3-0 que acabó con las ilusiones de la dorada.
Mucha tristeza e incredibilidad. Lo que hasta el domingo 15 de julio había sido el “equipo perfecto”, se convertiría en blanco de duras críticas de los hinchas.
En mi opinión, Argentina se dejó estar. Pensó que el encuentro estaba ganado desde el vestuario aunque no lo admitía. Se vio a algunos jugadores muy relajados en programas de TV hasta muy tarde. Creo que no pensaron el partido y al verse en dificultades no supieron cómo resolverlas. La Selección que unos días atrás “amábamos todos” demostró que le falta para ganarle a Brasil (y eso que varias de sus máximas figuras ni aparecieron por este certamen). Pareciera un “cuco” al que todavía le temen. Cuando realmente se convenzan del equipazo que conforman y estén a la altura de las circunstancias podrán superar cualquier obstáculo. Ahora hay que aguantarse hasta el 2011, ¿será la tercera la vencida?


Pato. Abbondanzieri, uno de los puntos más flojos de la selección de Basile.


Lucha. Messi no se puede escapar. El Pulga fue bien tomado por el conjunto de Dunga.

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