viernes, 3 de diciembre de 2004

COPA SUDAMERICANA

Por Leonardo Scarnatto (sí, el de la Mafia)
A La Final, Boca:

Hace exactamente un año la realidad de los hinchas de Boca y del plantel mismo, era muy distinta a la actual.
En primer lugar hay que nombrar a Carlos Bianchi, ya que gracias a su inteligencia, experiencia y gran habilidad para manejar el grupo logró adaptarse perfectamente a la moda impuesta por Kirchner, porque mientras que con un ojo cuidaba celosamente que ningún equipo le robe la punta del torneo Apertura, a la que se había aferrado con mayor firmeza luego de haberle ganado a River (con baile) en el Monumental, y con el otro no perdía de vista al Milan que era el rival a vencer para conseguir el principal objetivo de ganar por tercera vez la Copa Intercontinental y ponerle el broche de oro a un año magnifico para los Xeneizes.
Otro punto para destacar del 2003, era el plantel en si mismo, que sin tener grandes figuras lograba cumplir con las metas propuestas, dejaba satisfechos a todos por las seguidilla de triunfos, y además, los conflictos (si existían) se solucionaban “dentro del vestuario” y no se daban a conocer ni tomaban dominio público.
En contraposición a todos estos inolvidables recuerdos que quedaron grabados en las retinas y en los corazones de todos los hinchas del club de la rivera, se encuentra el Boca 2004 que no pudo ganarle a River ni en el Clausura ni en el Apertura, que no pudo encontrar la regularidad en su juego a lo largo de todo el segundo semestre de este año, que no termina de convencer a su gente, que tiene que conformarse con veneficiar a Newells sólo para que River no se quede con el Clausura y que ahora deberá disputar la final de la tantas veces bastardeada Copa Sudamericana que hasta el mismo San Lorenzo la tiene en sus vitrinas.
Así está Boca hoy, con más sinsabores que alegrías, pero lo cierto es que los próximos 8 y 17 de diciembre disputarán la tercer final continental en menos de un año y sin dudas, los jugadores pondrán todo para quedarse con el título (por más que no sea tan importante como la Copa Libertadores o la Intercontinental) y demostrar así, que Boca es siempre Boca, que se tomaron un año sabático luego de tantos triunfos y alegrías en el 2003, y por sobre todo para dejar en claro que pueden volver a “traer a la Argentina otra Copa que perdieron la gallinas”.

El fútbol argentino en su máximo esplendor: Los jugadores de Boca, festejan el llegar a la final de la Copa que tantas veces desprestigiaron... Y bueh... algo es algo.