lunes, 14 de junio de 2004

EURO 2004 - FRANCIA VS. INGLATERRA

Por L.V. (nuevo corte de pelo mediante) desde Old Trafford.
El Fino Arte Inglés De Perder:
El partido inaugural del grupo B en Lisboa en la previa era una suerte de lo que muchos podrían anticipar como una final. Francia, los favoritos indiscutidos de la competición, venía con 11 partidos sin recibir goles y una suerte de combinatoria de individualidades pasando por muy buenos momentos. Inglaterra por su parte se preparo para esta copa luego de aquel infame partido perdido/regalado contra Brasil en Japón 2002 y las promesas de traer la copa que le falta a Inglaterra por parte de Sven Gordan Eriksson. Los primeros minutos transcurrieron de la misma forma que transcurren los primeros minutos de cualquier competición para la selección inglesa; eso es, con la posesión del balón, un juego compacto y una presión constante. Si Inglaterra pudiese mantener ese juego por un poco más de diez minutos por partido sin duda estaríamos ante la mejor selección del continente europeo. Sin embargo, luego de los diez minutos preliminares, Fracia comenzó a tomar posesión del balón, creando jugadas de peligro y de esa forma Zidane, desplegando toda su maestría, y Trezeguet tuvieron las mejores oportunidades de abrir el marcador. Los intentos de retaliar por parte del equipo anglosajón mediante Owen y Rooney quedaron todos en intentos fallidos. La carga física de ambos ingleses, el primero esbelto y corto, el segundo retacón y petiso, tuvo siempre un resultado negativo ante los enormes y fuertes defensores franceses. Hasta que en el minuto 38, en la primera aparición de David Bekcham, mediante un estupendo centro de tiro libre, Lampard conectó el balón con un gran cabezaso y así Inglaterra se puso adelante rompiendo finalmente el record de 1,077 minutos sin recibir goles. Al comienzo del segundo tiempo y por casi media hora, Francia parecía estar recreando los peores momento de la última copa del mundo en su breve participación: una infinidad de intentos infructuosos, chances malogradas, pases sin destino alguno, juego brusco, recriminaciones entre los jugadores del mismo equipo; el fastidio y la desidia francesa lo era todo. Wayney Rooney, 18 años y con todo el peso de tener que suplantar a Alan Shearer y un Micheal Owen deslucido, fue derribado a las 73 minutos por Mikael Silvestre en el área francesa y el sueño inglés parecía llegar así a su punto cúspide. David Beckham nuevamente aparecía en escena, pero "no-contaban-con-mi-astucia" Fabien Barthez logró desviar el penal y darle a Francia lo que más necesitaba: creer en que el partido todavía lo podían dar vuelta. Pero Barthez no podía dejar de ser Barthez y pocos minutos después de la hazaña del penal, mediante un tiro con poca potencia de Vassell, el pelado post-modernista chocó su rostro con el balón para casi convertir un auto-gol en lo que hubiese sido uno de sus actos de comedia más notables de su carrera. Cuando Jaques Santini se decía a sí mismo "qué suerte que ya firmé para Tottenham", todo volvió a la normalidad. Tal como Barthez, Inglaterra no podía dejar de ser Inglaterra y con los 90 minutos cumplidos, el recientemente ingresado y siempre torpe de Emile Heskey comete una falta al borde del área imperdonable. Así Zidane, quien sabe aprovechar este tipo de situaciones, convirtió la falta de tacto de Ingalterra con pura categoría mediante un tiro inatajable. Ahora bien, misión cumplida parecía ser para Francia... pero no, con Inglaterra la humillación siempre puede tomar alturas inesperadas: en la jugada siguiente al empate de Zidane, Gerard quizo jugar con el arquero James y lo hizo, pero sin estar percatado que Thierry Henry estaba esperando a mitad de camino. De esa forma Henry tomo el balón y fue derribado por James. Penal. Zidane otra vez. Francia ganó el encuentro. Una humillación para el conjunto inglés que demostró una vez más la falta de actitud que tiene ante cualquier competición. Algo que llevan en la sangre y que se puede afirmar que hasta tienen talento en ello. El fino arte inglés de perder.

El jugador del partido. Zidane.

Es curioso que sea Zidane y no Henry quien haya demostrado que sin su figura, el equipo está perdido. En tan solo dos minutos de descuento después de haber mostrado solamente clase durante los otros 90 minutos decidió convertir las situaciones claves en goles. Mucha garra para el mejor jugador del mundo...

El Puntaje.

Francia. Barthez (7). Lizarazu (6). Viera (6). Gallas (7). Makelele (5). Pires (6). Zidane (8). Henry (6). Silvestre (5). Thuram (6). Trezeguet (6).

Inglaterra. James (7). Neville, G (6). Cole, A (7). Gerrard (5). Campbell (7). Beckahm (7). Scholes (6). Rooney (7). Owen (5). Lampard (7). King (7).


Millones de dólares se abrazan... Zidane consuela a Beckham.