jueves, 29 de abril de 2004

MARRUECOS VS. ARGENTINA - DESDE EL BAR

por N.D.


Así, desde esta posición, ElOleg Online pudo observar con detenimiento el partido entre la selección de Marcelo Bielsa y Marruecos. Carlos Pellegrini al 900. Un drugstore, de esos que pululan por el microcentro porteño. Llegamos con el partido comenzado apenas unos minutos... Ojo, veníamos escuchando por la radio, pero rápidamente pusimos a prueba a quien estaba sentado a nuestra derecha, oficinista, poca pinta de fútbolman, celular en mano y hablando con alguien: "¿cuantos minutos van?", lo consultamos. "Ehhh... a ver" (hace que mira, imosible debido a la distancia, distinguir número alguno) "10... no 9... ¿a ver? no 11, sí 11", nos dice, confirmando su poco conocimiento del mundo de la redonda. Listo, suficiente, no más preguntas. Analizo el partido, y conjuntamente, los espectadores de la circunstancial platea. Los pendejos de adelante, se pidieron una Coca de 2 litros. Miran, pero mucho no saben... Putean una que otra vez, sin conocimiento de causa. A mi izquierda, sin salir en la foto, dos amigotes que pusieron como excusa el partido, para poder hablar boludeces durante 90 minutos sin cargo de conciencia. Además, uno de los dos, habla sin parar y muy, pero muy fuerte. "¡¡Callate Boludo!!", grito mentalmente... pero parece no escuchar. Únicamente, los envidio por las 3 cervezas que llevan consumidas en 75 minutos, acompañadas de unas Lay's sabor Mediterráneo. Más adelante, a mi derecha (tampoco sale en la foto) llega un rabino. Se sienta, pide un cafecito y comienza a hojear el diario que estaba sobre su mesa. Mira, de reojo, y bocifera cuando Crespo no llega a un centro del Chelito Delgado. Estoy seguro, que lo recontraputeó en hebreo, seguro. Más adelante, un grupo de 4 o 5 "sabelotodos", critica de manera constante, el accionar de la selección. Crespo, Delgado, Solari y Ayala, caen en la volteada. Cada vez que Bielsa aparece en pantalla, sonrisas socarronas se apoderan de la mesa. Con el comienzo del segundo tiempo, llega una nueva invitada: la impaciencia. Pero rápidamente, el Kily González, mandando a la red el gol que no pudo/supo convertir Crespo. El partido se apaga, lentamente y los "plateistas" comienzan su retirada... algunos antes de tiempo.
La selección, no brindó espectáculo. Una vez más, el mismo estuvo en las "tribunas".