miércoles, 21 de abril de 2004

LA NOTA(FANADA)

Entrevista | Michel Platini - Nota(fanada) del diario As de España
"EL ‘DIEZ’ YA NO EXISTE AHORA"

Genio y figura. Michel Platini fue la gran estrella del fútbol mundial en la década de los 80, luego probó suerte como seleccionador de Francia y ahora es miembro de los comités ejecutivos de la FIFA y de la UEFA. Nada ni nadie escapan a su análisis de observador riguroso y lo que dice lo dice a las claras, sin pelos en la lengua. Platini recibió a AS en París para repasar la actualidad futbolística y para ofrecer sus soluciones a los problemas que tiene planteados este deporte.

Por EDUARDO TORRICO

Acabo de leerle una muy dura crítica contra el modelo que pretende imponer Roman Abramovich.
Fue una caricatura de lo que parece que algunos quieren que sea el fútbol en el futuro. Ponía el ejemplo del Chelsea porque su propietario es ruso, su entrenador es italiano y casi todos sus jugadores son extranjeros. Es un problema filosófico. La UEFA perdió su batalla con la Comisión Europea y se ha quedado sin el control deportivo, financiero y político del fútbol. El fútbol no puede ser tratado como un simple producto, porque es un juego.

¿Cree que todavía es posible una marcha atrás?
Es muy difícil, pero se le puede dotar al fútbol de ciertas reglas para que recupere sus viejos valores. Ustedes, los españoles, quizá no hayan captado el problema en toda su intensidad, porque España es un país en el que aún se defiende el fútbol como algo lúdico. Los aficionados españoles son de los pocos que no se conforman con el resultado. Si el Real Madrid o el Barcelona ganan un partido pero no juegan bien, sus aficionados protestan. Por desgracia, eso no ocurre en otros países como Italia o Inglaterra.

¿Por eso está en contra del G-14?
El G-14 no ha hecho nunca una sola propuesta para defender el fútbol. El G-14 sólo habla de ganar más dinero para pagar después más a los jugadores. A los jugadores, que siempre quieren ganar más, hay que pagarles lo que tenemos, no lo que no tenemos.

También ha sido crítico con el fichaje de Ronaldinho por el Barcelona.
Es que no entiendo que Ronaldinho juegue en un club que lo tiene todo en regla, el París St. Germain, y que llegue otro club que acumula una deuda enorme, el Barcelona, y se lo lleve. Eso lo único que hace es que el Barcelona deba más dinero y que el París St. Germain no pueda progresar deportivamente. Estamos en la obligación de ayudar a los clubes. A los clubes que tienen deudas importantes no les podemos cortar directamente el cuello; hemos de darles tiempo para que arreglen sus problemas. Pero está claro que esta situación es insostenible.

¿Cuáles serían esas reglas que propone para reordenar el fútbol?
Para empezar, me parece muy positivo el sistema de licencias que ha implantado la UEFA, porque impedirá que los clubes endeudados participen en competiciones internacionales. Las otras reglas que propongo son sencillas. Una, que los clubes no puedan destinar más del 60% ó del 70% de sus presupuestos para pagar a los jugadores. Otra, que los agentes de los jugadores cobren de esos mismos jugadores y no de los clubes. Pero, para que estas normas sean de aplicación, es necesario convencer a la Comisión Europea de que le reconozca al fútbol una especificidad. Porque un club de fútbol, lo repito, no es una mera empresa.

Dejemos la política y hablemos de fútbol. ¿Por qué ya no hay ‘dieces’ como Platini?
Porque el diez ya no existe ahora. Y no existe porque el entrenador de ahora no cree en el diez. Zidane, Ronaldinho o Valerón son dieces, pero no juegan de dieces. Los entrenadores de hoy ponen dos centrocampistas en las bandas y otros dos en el centro para que recuperen el balón. No hay sitio para un director de juego, para un diez. El diez se ha convertido en un problema para el entrenador.

¿Por eso censura que Zidane, en el Real Madrid, juegue en la banda?
Un futbolista tiene que tener personalidad. Si yo soy Zidane, me hacen una oferta para jugar en el Madrid y no me garantizan que voy a jugar en mi puesto, rechazo la oferta. Zidane no está jugando en su sitio y menos desde que llegó Ronaldo. Zidane es un jugador fantástico, pero no juega donde debe.

Pues si el Real Madrid ficha a Henry, igual Zidane tiene que hacer de recuperador de balones con Beckham.
Ah, ¿pero es que el Real Madrid todavía quiere más estrellas? ¿Y qué razones tendría Henry para fichar por el Real Madrid? En un equipo en el que ya están Ronaldo y Raúl, ¿dónde jugaría Henry?

¿Es que no le gusta el fútbol que hace el Real Madrid?
Me gusta mucho, pero sólo cuando tiene el balón. Cuando lo tiene, es buenísimo; cuando no lo tiene, no es tan bueno. Al menos, garantiza siempre espectáculo: unas veces, porque marca muchos goles; las demás veces, porque le marcan muchos.

¿Qué otros equipos le gustan?
El Oporto y el Mónaco, que tiene un centro del campo extraordinario con Giuly, Rothen, Bernardi y Zikos. Y, por supuesto, el Milán, aunque pienso que padece el mismo problema que el Madrid: con el balón es bueno, pero sin el balón no es tan bueno. El fútbol, por fortuna, ha vuelto a mirar al aspecto técnico antes que a otros aspectos.

¿Qué opina de la crisis del Madrid?
Que no es algo nuevo. Quiero decir que siempre, cuando ha llegado el mes de abril, son muchos los equipos que tiene problemas. Pierden dos o tres partidos seguidos y todo el trabajo realizado durante los meses anteriores se viene abajo. Le ha pasado al Real Madrid y le ha pasado al Arsenal: los dos han sido eliminados de la Champions y los dos se han quedado sin la Copa.

¿Lo achaca a la saturación de partidos que sufren los jugadoresos?
En mi época también jugábamos setenta partidos por temporada y nadie se quejaba. De acuerdo que era otro fútbol, pero el caso es que Butragueño y Míchel al final jugaban los mismos partidos que ahora juegan Ronaldo y Raúl. Quizá el problema de este Real Madrid es que son muchos los jugadores que quieren tener el balón y pocos los que lo quieren recuperar.

Hasta Beckham se ha tenido que reciclar para eso.
El compromiso que Beckham ha adquirido en el Real Madrid es digno de destacarse, porque ha sacrificado su lucimiento personal por servir al equipo. A Beckham no le ha quedado más remedio que hacer el papel que antes hacía Makelele y lo está haciendo muy bien, aunque ahí no brille como brillaba en el Manchester United.

¿Quién es para usted el número uno?
Son dos: Zidane y Henry. Y los dos, para suerte de Francia, juegan en la misma selección. Henry me recuerda mucho a Cruyff: su físico, su velocidad, la forma de golpear el balón, la manera de encarar la portería, de irse a buscar directamente el gol... Todo lo que hace Henry durante el partido tiene un solo objetivo: marcar gol.

¿Y Zidane le recuerda a Platini?
No. Zidane no tiene tanto gol como tenía yo, pero reúne otras virtudes: en cada partido inventa cosas nuevas, cosas increíbles... Él es un director de juego y yo era más goleador. Es un futbolista universal, un jugador fabuloso.

¿Quiénes más le gustan?
Totti y Ronaldinho, que hacen un juego precioso. Ronaldinho a veces me recuerda a Maradona, sobre todo con el balón en los pies. Pero ambos están un escalón por debajo de Zidane y Henry.

¿Por qué no cita a Ronaldo?
Porque Ronaldo se ha convertido en un simple oportunista. Antes arrancaba desde el centro del campo, encaraba a los defensas y se plantaba delante del portero. Pero ahora se conforma con esperar en el área.

Fue seleccionador de Francia en 1990. ¿Se le ha pasado por la cabeza volver a entrenar?
No, no me gusta el trabajo que hacen los entrenadores. Hay en ese trabajo un factor psicológico que no me convence. El entrenador tiene que controlar a demasiadas personas a diario. Hay once jugadores que están contentos porque juegan, pero hay otros dieciocho que siempre están enfadados porque no juegan. No me gusta eso.

¿Y ser mánager como los ingleses?
La diferencia del mánager inglés es que no tiene que entrenar todos los días y que puede ver el partido desde la grada, lo cual es una gran ventaja, porque desde el banquillo no se ve nada y, además, hay que estar peleando con el cuarto árbitro.

No parece que tenga un buen concepto de los entrenadores.
El entrenador debe trabajar en función de lo que tiene en su equipo, y no al revés. De lo que estoy muy en contra es de los entrenadores que no han jugado al fútbol en su vida y que intentan convencernos de que son ellos los que han inventado la pelota.

¿Se está refiriendo a Arrigo Sacchi?
En su momento tuve grandes discusiones con él. Él ganaba títulos y estaba convencido de que había inventado esto. Pero para mí los importantes son los jugadores.

Usted es miembro de los comités ejecutivos de la FIFA y de la UEFA. ¿Está satisfecho con la labor que realiza?
En la FIFA, como asesor del presidente Blatter, sí; en la UEFA, no. En la UEFA no hago nada, salvo acudir a la cena de Navidad. En realidad, nadie hace nada en el Comité Ejecutivo, porque éste ha delegado todas sus funciones en el Jefe Ejecutivo. La UEFA está demasiado preocupada por el aspecto financiero del fútbol y se ha olvidado del deportivo.

¿Qué puede decir del proyecto de Champions League que ha presentado?
Debemos cambiar el formato, porque ahora hay demasiados partidos que no interesan a nadie. Mi proyecto es atractivo. Se trata de una única competición con 256 equipos, de los cuales 32 son cabezas de serie. Se les agrupa en función de un ránking preestablecido y se hace un sorteo integral a principio de temporada. Como si se tratara de un torneo de tenis, se van eliminando y van avanzando en el cuadro. Los países grandes contarían con cinco o seis representantes y los pequeños tendrían dos. Según mi propuesta, los dos finalistas disputarían quince partidos, es decir, dos más de los que disputan ahora.


Michel Platini... un grande. Atrás, la "Orejuda".