martes, 14 de octubre de 2003

EDITORIAL

Por Oleg Protassov.
¡¡Cambio!! ¡¡Cambio!!: Éste no es el grito de los arbolitos que pululan por la Avenida Corrientes. No, son los dirigentes del honrado fútbol argentino, que torneo a torneo, mes a mes, y semana a semana, cambian sus entrenadores en búsqueda del D.T. ideal. El fin de semana que pasó, tanto Independiente, como Gimnasia y Estudiantes, perdieron sus respectivos encuentros... esto, muy a pesar de haber cambiado durante la semana los técnicos. Vale decir, que con la ida de Ruggeri, nada mejoró. El equipo del Chiche Sosa jugó mal, y cayó derrotado ante el Beto Acosta, autor de dos golazos. Ahora, a Ruggeri, entre tantos males, se le criticaba también por no ser “de la casa”... ¿y Chiche? El Lobo reemplazó a Mario Noganomás Gómez por Carlos Timoteo Griguol. Nada pudo hacer el pobre Timo para que su equipo cambiara el rumbo. En Estudiantes, si bien el reemplazo fue por temas extra-deportivos (al Narigón lo cagó su contador y ahora en vez de acomodarse la corbata, hace números el día entero, por lo que no podía dirigir más...) el equipo tampoco mostró mejoría alguna. En fin, los dirigentes siguen apostando al exitismo, aún a sabiendas que sus equipos no pueden ganar ni al ping pong. ¿Para qué carajo firman los contratos si después no los respetan? ¿Vale de algo cambiar entrenador a mitad de torneo? Y la pregunta principal, ¿Quién será la próxima víctima?


El Golazo: El primero del Beto Acosta ante Independiente. Zapatazo de afuera del area ¡¡in-a-ta-ja-ble!!