Por Patricio Resi.

Homenaje al fobal

Decir Alfio Basile es decir fútbol o fubol o fobal, es barrio y potrero. El otrora central del Globo y la Academia, tiene toda la mística del fútbol argentino curtida en la cara.

El café con amigos, las largas trasnoches de enardecidas discusiones futboleras y los códigos, los incondicionales códigos.

Yo no lo vi jugar, estimo que debe haber mil anécdotas del Coco como jugador, pero si lo vi como DT. Lo vi en Racing, San Lorenzo, Colón, Boca y la Selección. En sus comienzos también dirigió a Central, Huracán y Vélez. Su experiencia en el exterior incluye a Nacional de Montevideo, Atlético Madrid y América de México. No en todos lados le fue bien, de España lo echaron como un perro, por ejemplo. Pero hay algo que lo caracteriza, en la mayoría de los clubes donde estuvo se hizo entender, llegó al espíritu de sus dirigidos.

Un caso parecido al de Bianchi, pero mucho más reo, simpático y pintoresco.

Son los dos, en realidad, un fiel reflejo del “estilo argentino”, por eso les fue mal en Europa. No son para allá, son para acá.

El Coco (como el Vierrey) entiende que el fútbol es simple. Hace 100 años se juega con línea de cuatro, un 5, un 10, algún puntero y un goleador.

El tipo nunca la complica. Se limita a sacar lo mejor de cada jugador. Siempre jugó con enganche, como marca la historia local. Ejemplos? Colombatti y Rubén Páz en Racing, el Pipi Romagnoli o Gorosito en San Lorenzo; Giovanni Hernández en Colón, Insúa y Marino en Boca, Leo Rodriguez o Diego, en la Selección.

Lo mismo con el cinco; siempre un solo cinco paradito en el medio. Ludueña o Perico Pérez en Racing, el Conde Galetto en Sanlo, Gago en Boca, Astrada o Redondo con la celeste y blanca, etc, etc, etc.

Que decir de los nueve de área. El Toti Iglesias en la Acadé, Fuertes en Colón, Palermo, Bati en la Selección.

Siempre armó equipos sencillos y hay que admitir que le ha salido bastante bien.

Con Racing logró el ascenso a Primera y armó un equipo histórico que no salió campeón por esas cosas del fútbol. Jugaba igual (bien) en todos lados, animaba todos los torneos. Fillol, Chupete Vázquez, Costas, Fabbri y Olarán; R. Paz, Perico Pérez y Combatti,; Acuña, Toti Iglesias y Walter Fernández (el de los centros-shot, según el Loco Gatti). Que equipo, mamita, Boca se comió seis en el Cilindro.

Con la Selección también mostró su estilo ganador. Tuvo record de partidos invicto. Le faltó “algo”, para ganar en USA 94 o para no comerse cinco contra Colombia, pero la Selección de Basile, le gustaba a todo el mundo.

La rompió en la Copa América en Chile 91. Goico, Basualdo (el de Ñuls y River), Vázquez (ex Ferro), Ruggeri y Altamirano; Simeone, Astrada y Leo Rodriguez; Caniggia, Batistuta y Darío Franco (que desplazó a Latorre). Tuvo grandes partidos en Europa (Wembley 2-2 con England, goles de Franco y el Turco Garcia, ambos de cabeza), por ejemplo.

Su paso por Sanlo dejó una final internacional y el estilo de fútbol bien jugado, pero no podemos tomarlo como un paso exitoso.

En Colón le fue razonablemente bien, pero ya sabemos que al sabalero hace años le cuesta ser un club en serio.

Pasaron una ponchada de años y en ese lapso sumó la experiencia necesaria para forjarse como un gran DT. Ya maduro, en 2005, llegó a una institución ordenada y con buenos jugadores como Boca Juniors.

Que pasó? GANO TODO LO QUE JUGO (hasta los torneos de MDP).

Nunca había visto un técnico que, pasado un año y monedas, haya ganado todos los torneos que disputó. De hecho, de no mediar la suspensión del Gimnasia – Boca, dejaba también un equipo con el récord consecutivo de partidos ganados.

Con la Recopa adentro (Sao Paulo, glup!), No quedó objetivo por lograr, es 100 x 100 de efectividad.

El hincha de Boca, le tiene que hacer un monumento a Basile (y a Maradona, que lo trajo).

Jugó el fútbol de toque, rotación, desborde, centro y definición. El cuatro que va, el tres que se proyecta, todos con su ubicación clara en el campo. El Coco debería exigir en la AFA, volver a que el lateral izquierdo sea el 3, el volante derecho sea el 8, los punteros con el 7 o el 11, volver a las fuentes. Estoy seguro que al Coco lo haría muy feliz, no creo que le haga mucha gracia tener un volante con la 27. El Coco es de antes, del Metropolitano, del fútbol sin TV.

Se fue el Coco de Boca y dejó historias y su estela ganadora.

Dejó sus incomparables frases antiprotocolares, “No coments”, tiró en inglés criollo, después de un Arsenal 4 - Boca 1. “No me rompan las bolas” les sacude a los periodistas cuando se ponen densos. ¿Quien no va a recordar los majestuosos anteojos Ray Ban, que luce a diario?.

Quedan muchas anécdotas, una imperdible es la “el talco”.

La historia nace por una cábala del Panadero Díaz (llevar talco en los bolsillos).

Quienes defenestraban al Coco, se burlaban al ver la camisa de Alfio llena de talco después de un abrazo con su colaborador.

La historia cuenta que, con la cábala “talquera” recién inaugurada, hubo una goleada a Bunfil, en la Bombonera. El Coco se abrazo con el Panadero en el primer gol, al rato el Panadero se acercó y lo palmeó en la espalda para sacarle el talco que le había quedado (el Coco llevaba camisa casi negra). Llegó el segundo gol y otra vez la misma ceremonia. Vino el tercero y el cuarto, el Coco ya no tenía el mismo rostro amigable. Cuando cae el quinto gol, el Panadero se acerca nuevamente, la mirada del Coco se crispa, el Panadero lo mide para lanzarse en un nuevo y “cabulero” abrazo, pero el Coco ya tenía los huevos al plato, “Basta” se oyó, mientras con sus brazos alejaba de muy mal humor un nuevo saludo “talquero”.

El Coco se fue, todo Boca lo va a extrañar.

Volvamos al fútbol del Coco, al fútbol simple y bien jugado.

Ahora viene la Selección (del 3 a 0 con Brasil, no quiero ni hablar. Son las consecuencias de los negocios de Don Yulious) y Basile va por más.

Con los muchachos, con el faso, con el whisky on the rocks, con las cábalas interminables, con los códigos del barrio y, fundamentalmente, con la celeste y blanca pintada en la piel.

Basile, gracias por el fútbol.

(Este es solo un pequeño homenaje al fobal, un pequeño homenaje al Coco)