lunes, 11 de octubre de 2004

EDITORIAL

Tan Parecidos, Tan Distintos...: Por N.D.

¿Es el equipo de José? Por nombres, es el de Marcelo... Sí, ya sé. Salvo Riquelme (poco tenido en cuenta) y Cambiasso (idem Riquelme). A ver, ¿por donde empiezo? Las sensaciones eran muy extrañas. Mirar un partido de la selección y que el Loco no estuviera de cuclillas mirando a un costado. O caminando como tigre encerrado, agua mineral en mano. Pero bueno, hay que enfrentar la realidad, por más dura que ésta sea. Argentina goleó a Uruguay por 4-2 y demostró que sigue intacto a niver futbolístico, más allá de la renuncia de Bielsa. Pekerman, como era de esperar, no modificó tanto los esquemas y los nombres. La prensa, como era de esperar, aumentó todo en un 75 por ciento: rendimiento de Riquelme, aciertos tácticos, técnicos y muchas otras boludeces más... El público, como era de esperar, respondió con alegría y algunos otros, ofrecieron banderas en favor del ex DT.
Sobre el partido, no hay mucho para decir. El equipo de José (suena raro, ¿no?) sin presionar tanto como el de Marcelo, dominó (especialmente en la primera mitad) a piacere el trámite del encuentro. Saviola se mostró muy escurridizo por todo el frente del ataque. Figueroa aprovechó como buen goleador, las oportunidades que tuvo. Riquelme le dio la pausa que buscaba Pekerman, Niembro y Cia. Abajo, fue tal vez, el punto más flojo del equipo. Sin Ayala, con unos erráticos Samuel, Heinze y Coloccini. Ahora se viene Chile. ¿Se viene el doble cinco? ¿Adiós a la nuestra?


Figueroa aprovecha, y mete un doblete.


La nota triste: El decadente abrazo de la dupla Astrada / Díaz, tiene competencia. José y el resto del banco. ¡Volvé, Loco!