miércoles, 7 de julio de 2004

EDITORIAL - BALANCE TEMPORADA 2003/2004

Por N.D.
La Hora De La Verdad
Al hacer un balance de la temporada que finalizó hace unos días, lo primero que me viene a la mente, a nivel internacional, es la "debilidad" de los equipos que resultaron ganadores: el F.C. Porto, salió campéon de la Champions League, contra todos los pronósticos (Real Madrid, Juventus, Manchester United, Milan, etc.) venciendo al increíble Mónaco de Didier Deschamps. La UEFA fue para el Valencia, vencedor del Marsella. A nivel sudamericano, la Copa Nissan Sudamericana quedó en manos del modestísimo Cienciano peruano, mientras que la Toyota Libertadores fue a parar a Manizales, donde reside el Once Caldas. Ni River, ni Boca lograron hacer pesar la historia en las finales. Volviendo al viejo continente, basta echar un vistazo a la reciente Eurocopa, para quedar sorprendidos ante un equipo griego que se coronó campéon, postergando la fiesta a franceses, checos y portugueses. ¿Qué pasó? ¿Se emparejó todo hacia arriba o hacia abajo? Si uno toma como ejemplo al conjunto alemán, históricamente siempre tenía 4 o 5 jugadores de primerísimo nivel: En el 74, Beckembauer, Overath, Gerd Muller, Maier, Breitner (por no nombrar que a unos pocos), más acá en el tiempo, Klinsmann, Matthaus, Thomas Hassler, Matthias Sammer. Y en el medio quedaron jugadores de la talla de Rummenigge, Hansi Muller, Manfred Kaltz, Horst Hrubesch, Migajita Littbarski, Ulrich Stielike y el último entrenador, Rudi Voeller. En el plantel que fracasó rotundamente en la Euro 2004, el único jugador que podría estar a la altura de los recientes nombrados, es solamente Michael Ballack. Pero claro, no puede hacer todo sólo. Si esto lo trasladamos a los demas "grandes", también podríamos hacer la misma comparación, por más odiosa que fuera. En Italia, Vieri no es Paolo Rossi, Totti no es Antognoni; en Francia, Pirés no es Giresse, Makélélé no es Tigana, y así sucesivamente. ¿Que pasó, entonces? Todo se hizo más fácil. Ya no hacen falta los cracks para asegurarse el ganar todo. Basta con meter los 90 minutos (o 120 si hace falta), no perder la línea de juego (por más humilde que ésta sea) y ser un equipo tenáz. Grecia es un meritorio campéon, al igual que el Porto, Once Caldas, y Cienciano. Pero todos, son mediocres campeones de un mediocre fútbol.
Volviendo a nuestras latitutdes, el Grondona Tournament, dejó todo muy parejo. River y Boca ganan con equipos de cuarta (sí, jugadores que recién hacen sus primeras armas en la tercera división), y sin prestarle demasiada atención al torneo. En el primer semestre de la temporada, el River de Pellegrini (sí, el ahora entrenador del Villarreal dirigía a los Millonarios) se bajaba rápidamente del Apertura y se dedicaba de lleno a la Copa Nissan Sudamericana. Llegó muy diezmado a la final, y le cedió los honores al Cienciano. En el segundo semestre, Boca sobre el final, "rechazó" el torneo Clausura en favor de la Libertadores. Pero esta vez, la Diosa Fortuna de los Penales, no estuvo del lado de Bianchi y Cia.
Ahora queda la Copa América... Para seguir con la tónica, ¿será Costa Rica, un digno campeón?


Kalle Rummenigge... los delanteros alemanes de hoy día, no le pueden ni atar los botines.