lunes, 16 de enero de 2006

SUPERCLÁSICO

Vacaciones Con Papá:
Por Leo Scarnatto

La expectativa creada por el primer súper clásico del año iba más allá de un simple partido de fútbol, ya que ambos equipos se presentaban con casi todos sus titulares y el regreso de Daniel Passarella a la dirección técnica de River le daba un toque extra de atracción a este partido de pretemporada.
A pesar de la insistencia de Alfio Basile por que la gente sepa de memoria la formación de su equipo, el técnico de Boca presentó tres cambios obligados, el ingreso de Silvestre por el recientemente vendido Rolando Schiavi y las reapariciones de Ledesma y Vargas por los lesionados Gago y Bilos respectivamente. Los ocho restantes, fueron los mismos que hace algo menos de un mes ganaron el Apertura y La Copa Sudamericana.
Por el lado de River, trataban de sacarse el sabor amargo que les dejó la novela vivida en la semana que terminó en la renuncia de Merlo como técnico del plantel millonario y los insultos de la hinchada para Marcelo Gallardo en el partido ante Independiente.
El encuentro comenzó con las lógicas imprecisiones de un partido de pretemporada, agravado por la lluvia que hacia más rápida la cancha. Desde el inicio Boca fue más que su rival, y a los cinco minutos creo la primera jugada de peligro sobre el arco de Lux, luego de una jugada de Insua quien desbordó por el sector derecho del ataque y mandó un centro atrás, pero Palacio no le pudo entrar fuerte con la pierna derecha y le permitió al arquero atrapar la pelota con sus manos sin mayores problemas.
Iban siete minutos de juego cuando una doble pifiada de la defensa millonaria le permitió a Palermo encontrarse con la pelota afuera de área con todo el camino libre, pero el delantero xeneize se apuró y le pegó de derecha débilmente facilitándole así la captura de la pelota al arquero millonario.
Boca tuvo otra situación de peligro a los 16 minutos con una jugada preparada de tiro libre que el Pocho tocó para Ibarra y este remató violentamente con tres dedos y luego de desviarse en Talamonti se fue al corner rozando el palo derecho de Poroto.
Recién a los 25 River tuvo su primer tiro al arco en los pies de Santana que Abondanzzieri controló sin dar rebote luego de un rápido pique que hizo más peligroso el remate.
Con las primeras gotas que cayeron en Mar del Plata los de Basile comenzaron a hacer agua en la defensa, mientras que River aprovechaba de las desinteligencias de Boca y presionaba fuertemente en la salida xeneize.
Una nueva jugada de jugada de peligro para el arco de Lux nació a los 32 minutos, luego de que Palacio se asociara con Insua y este mandara el centro atrás para la entrada de Palermo, pero Dominguez se adelantó y envió la pelota al corner ahogando, una ves más, el primer grito de gol para Boca.
Otro error defensivo de los hombres de Basile le permitió otra ves a Santana quedar mano a mano con el Pato a los 35, pero el ex jugador de San Lorenzo definió con un remate que se fue por encima del travesaño.
Cuando el primer tiempo se moría, Krupoviesa se encontró con un regalito de la defensa millonaria y decidió rematar al arco desde más de 20 metros, tan fuerte lo hizo el tucumano que Lux dio rebote dejándosela servida para la entrada de Palacio quien la impactó con la frente enviándola al fondo del arco y poner a Boca 1 a 0 arriba.
El segundo tiempo comenzó de la misma manera que había terminado el primero, con amplio dominio xeneize. Tal fue así que a los tres minutos el interminable negrito Ibarra desbordó por la derecha y luego de eludir a tres defensores envió el centro atrás para Palacio, quien lejos de ponerse nervioso a la hora de definir, resolvió la excelente jugada del lateral derecho con un suave y delicioso toque para aumentar la diferencia y poner a Boca arriba por 2 a 0.
El descuento millonario llegó tras un error de Diaz que en lugar de reventarla en su área, se la dejó servida para la entrada de Montenegro y este definió junto al palo derecho del Pato, para decretar el 2 a 1 a favor de Boca.
A los 28 minutos del complemento, cuando River parecía estar cerca del empate, Diaz remendó el error cometido en el gol de River, con un remate de tiro libre desde 25 metros que el catamarqueño clavó la pelota en el ángulo derecho de Lux para aventajar a Boca en el marcador por 3 a 1.
Hasta el segundo gol de River el partido no tuvo demasiadas emisiones, sólo un cabezazo de Patiño que el Pato atrapó sin problemas y por el lado de Boca, un remate de Ibarra que Lux tapó con seguridad. Y ya en tiempo de descuento, Fernández atropelló la pelota y puso el 3 a 2 definitivo.
Una vez más, la historia se volvió a repetir y Boca no le dio vacaciones a su paternidad quedándose con otro súper clásico, en esta ocasión disputado en Mar del Plata, sin importarle aquel viejo mito que dice que “técnico que debuta gana”. Ahora, la cita es el próximo martes en Salta donde seguramente, el último campeón del fútbol argentino aumentará las derrotas que Passarella posee ante Boca.


Ni Con Las Manos. A Palacios, no lo pudieron parar. Intentaron de todo, pero el delantero Xeneize marcó dos goles.