jueves, 20 de octubre de 2005

LA COLUMNA DE HC

Por HC

“Mea culpa, mea máxima culpa” recitó Juvenal Olmos el lunes pasado en un discreto programa deportivo en Fox Sports. Entre otras cosas se arrepiente de haber tomado la selección como un vehículo de satisfacción personal posponiendo los anhelos de un país entero que vio una vez mas como se deshizo el “proceso” para llegar a Alemania; hasta lloró Juvenal, le pidió disculpas públicas a don Choco y a Bonvallet (ambos, sospechosamente generosos, aceptaron sus disculpas cerrando así una de las diferencias mas vistosas que me ha tocado ver entre personas ligadas al fútbol -“es que somos una gran familia”, diría don Diego-). Cuando todo indicaba que la renovación prontamente llegaba (con llamados a asambleas extraordinarias de presidentes de clubes para ver la continuidad de la mesa directiva) la autocrítica daría paso a seguir mi consejo de renuncia de todo aquel personaje que haya estado involucrado en la dirección (gerencial o técnica) del fútbol chileno, gracias al perro verde, los timoneles recobran mágicamente su autoridad y “bendicen” al arrepentido de todo pecado o vanidad futbolística... ¿no les suena demasiado altanera la actitud de estos pelusones? Dicho de otra manera, ¿a quien le reclamo la ilusión perdida?


Culpable. Juvenal Olmos, uno de los tantos culpables de la eliminación de la Roja.