lunes, 1 de diciembre de 2003

EDITORIAL

Por Oleg Protassov.
Historias de nombres propios: No es muy común... más bien, nada común. Por eso es que llama la atención. Pero me agradó, sobremanera, a decir verdad. Escuchando el Super Olé Deportivo por Radio Mitre, el domingo pasado el mediodía (y sí, a decir verdad, estaba medio al pedo y no me podía dormir) entrevistaron desde Milán a Matías Almeyda. Una de las figuras del Inter que recientemente había dejado a la Juventus sin su invicto estacional. Pregunta va, pregunta viene, Eduardo Castiglione lo consulta sobre la mala predisposición de los jugadores de la selección, para con la prensa... Tuvo que re-preguntar, ya que el muy rebuscado, no se hizo entender. Pues bien, fue algo así como: "me gustaría que los jugadores se puedan sentar a tomar un café con los periodistas". A lo que Almeyda, sorpresivamente replicó: "Mirá, yo no me puedo sentar a tomar un café con gente que nos critica con mala leche..." y siguió sin medias tintas, como en la cancha: "el otro día, estaba viendo el partido con Colombia, y sobre el final, en un tiro libre para los colombianos, Mariano Closs, el relator dijo 'es un buen momento'... ¿un buen momento para qué? ¿para que nos ganen? No, con una persona así, al menos yo, no me puedo sentar a tomar un café", finalizó el bueno de Matías. Claro, muchos lo saben y pocos lo dicen abiertamente. Closs no quiere a Bielsa en la selección (vaya uno a saber los motivos) y trata de ensuciar desde su micrófono... siempre con algunas porquerías que puede inventar o no... pero siempre trata de ensuciar lo referente a la selección, al igual que su Dalai Lama, Fernando Niembro. Bien Matías, así se dice, clarito, con todas las letras... nada de "la gente sabe a quién me refiero" y esas boludeces. Directo, Matías, directo. Repito, asì se hace. ¡Ah! y felicitaciones por el partidazo ante la Juve.


Matías Almeyda. El volante del Inter y la selección de Bielsa, no se anda con huevadas.

El Golazo de la semana: El primero de Marcelo Gallardo al San Pablo... encaró de derecha a izquierda a la altura de la medialuna... ingresó al área y clavó un zurdazo en el ángulo... Gritalo Muñeco, gritalo toda la noche.