sábado, 20 de diciembre de 2003

COPA SUDAMERICANA - FINAL (PARTIDO DE VUELTA)

Por M.C. desde el living de su casa.
Le costó un Perú: Nuevamente de manera inexplicable River volvió a demostrar lo difícil que se le hace obtener un buen resultado jugando como visitante. En un partido rarísimo para el analísis el Cienciano de Perú se encargó de dejar a los millonarios sin la copa Sudaméricana y con un sabor a total frustración. River siempre manejó el trámite del partido, creó las mejores situaciones y casi que ni pasó sobresaltos, ese casi es por el gol que sufrió a los 32 minutos del segundo tiempo y definió la final en su contra. En el primer tiempo el equipo argentino debió haberse ido al descanso en ventaja ya que contó con tres oportunidades claras de gol pero no convertió y esto hizo que no pudiera sacar la ventaja que hubiera permitido la tranquilidad para empezar a elaborar la victoria. De parte los locales, muy poco, unicamente un corner apenas empezaba el encuentro, un tiro desde afuera bien controlado por Costanzo y nada más que eso. La segunda mitad del partido se dió similar a la primera pero no con tantas situaciones a favor de River, aunque seguía manejando la pelota y la administraba con buena precisión, y más aún cuando los locales se quedaron con diez por la expulsión de su capitán. Sin embargo cuando nadie lo esperaba y todo parecía definirse en favor del equipo del ingeniero o bien llegar a los penales, llegó la catástrofe tras un tiro libre ejecutado por Lugo que pasó por entremedio
de la barrera y todo se vino abajo. Empezaron a aparacer nuevamente los fantasmas o vaya a saber que,
que hacen que River sufra lo impensado y siempre le pase lo mismo cuando sale del país, volver con la
cabeza baja y con la derrota que ya se hizo costumbre. Lo que dejó esta final es una muestra mas de la
inexperiencia que vive River y lo dificil que se le hace jugar esta clase de compromisos, nunca se
encuentran explicaciones a lo sucedido, sin embargo el desenlace y el resultado siempre siguen siendo los
mismos, jugamos bien pero nos quedamos con la manos vacías.

Franco Constanzo es el principal testigo de la derrota.