jueves, 27 de septiembre de 2007

COPA SUDAMERICANA

De Película: Por N.D.

Hay muchos títulos para "adornar" el comentario del partido que River le ganó por 4 a 2 al Botafogo, por la Copa Sudamericana. Y muchos de ellos, ligados plenamente con la cinematografía: El Mejor Día de mi Vida; Corazón Valiente; Un Mundo Maravilloso; La Película de Tigger; Ripley: Es Verdad Aunque Ud. no lo Crea; y otros más que andan dando vueltas.
Lo cierto es que el equipo de Daniel Passarella, tal cual el Fénix, renació de sus propias cenizas. A 18 minutos del final, perdía 2 a 1 y se quedaba con 1 hombre menos que su rival (9 contra 10). Parecía imposible, pero la fortaleza anímica del colombiano Radamel Falcao, fue suficiente para que el público Millonario, tuviera su primera noche de regocijo en mucho tiempo. Los ánimos estaban caldeados en el Monumental. El otrora Gran Capitán, era insultado por todos los concurrentes. Ahí fue cuando Passarella optó por salir del banco y pararse frente a la línea de cal. Desafiante, como cuando jugaba. "Me van a putear, acá estoy", parecía decir.
Llegó entonces, el segundo empate de Falcao, con un remate de larga distancia que dobló las débiles manos del golero brasilero. Cinco minutos más tarde, el juvenil delantero Andrés Ríos, anotaba el esperanzador 3 a 2. De ahí, hasta el final, fue puro corazón y sufrimiento. Era todo o nada. Y fue todo. En el último minuto de descuento, otra vez más, Radamel Falcao García, decía presente mediante un cabezazo certero. 4 a 2. Final de película. ¿Cual? Corazón Valiente, siempre me gustó. Pero para ser justos: Ripley: Es Verdad aunque Ud. no lo Crea.


Deshagogo. Falcao y su grito al cielo. El delantero anotó un hattrick y fue la figura.


Abrazo del Alma. Passarela y Ortega, fundidos en un interminable abrazo.

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