miércoles, 7 de septiembre de 2005

LA COLUMNA VIOLETA

Por Nicolás De Urrutia.

El Peso De La Experiencia:

El Viola volvió a ganar, y por primera vez en el campeonato sus goles llegaron por intermedio de los delanteros. De a poco el equipo se va conociendo y de local demuestra hacerse fuerte. Va a ser difícil para cualquier equipo llevarse siquiera un punto de Campana. El Viola justificó su victoria en el primer tiempo donde se vieron los mejores 45 minutos del equipo en lo que va del campeonato. El gol llegó a los 13’ a través de dos hombres de experiencia, el histórico Miguel Castrellón cedió con precisión la pelota a Walter Otta que con un disparo cruzado puso el 1 a 0. Luego el partido se puso áspero, especialmente por los hombres de Lamadrid que vieron 4 cartulinas amarillas en esa primera etapa. El Viola pudo haber ampliado a través de un cabezazo de Otta que se fue muy cerca y por intermedio de Couceiro en una subida hasta el área de Lamadrid. El Carcelero solo tuvo una en la que Flavio Fernández sacó un fuerte zapatazo que se estrelló en el travesaño del arco defendido por Míguez. En el complemento decayó el nivel de juego y el clima se puso calentito dentro del campo de juego, a tal punto que hubo 4 expulsados (Mambrín, Mora y Raies en Lamadrid y Rabbia en Dálmine). El gol que selló el resultado llegó sobre el final, Aldo Bazan queda solo ante Paccor en el borde del área, el arquero ataja pero le deja el rebote al recién ingresado Jorge Güadagnone que envía la pelota al fondo de la red ante dos defensores que nada pudieron hacer para cubrir el arco desprotegido. El Viola ganó bien, con altos rendimientos de Miguel Castrellón, Javier Rabbia, Walter Otta y toda la línea de tres defensores.

¿Los de afuera son de palo?

Un poco menos de lo habitual. 650 hinchas acompañaron al violeta con muchos trapos de alambre, destacandose “La banda de Campana”. La barra alentó todo el partido, aunque no contó con el acompañamiento del resto del público. Los estandartes no pararon de flamear en los 90’ y mostraron un gran repertorio de canciones. Insultos de todo tipo para el técnico de Lamadrid Jorge Franzoni a quién le dedicaron la victoria. La mayoría de la gente de Lamadrid entró con el partido empezado y totalizaron 80 personas. Varios trapos de alambre y de palo le dieron colorido a su tribuna y alentaron todo el segundo tiempo.